14.3.11

Las 200 millas de Daytona y su maravillosa Battle of The Twins (1ª parte)














Cada año, en el mes de abril, los americanos celebran su carrera de motos más importante, algo así como las 8 Horas de Suzuka para los japoneses o el Bol d’Or francés. Las 200 Millas de Daytona se crearon en 1937, disputándose en la playa californiana para pasar al conocido circuito de Florida en 1961. El objetivo es simple: recorrer los 322 km de carrera (5,65 km cada vuelta) en el menor tiempo posible por un trazado que cuenta con un gran peralte que integra parte del óvalo usado en los coches.
Este año Jason DiSalvo ha hecho historia en SportBike ganando con una Ducati 848, mientras que Blake Young ha firmado el doblete en SBK, engrosando aún más el palmarés de Suzuki.

Al margen de esto, muchas otras categorías completan el fin de semana, entre ellas la de bicilíndricas. Actualmente ya no es lo que fue, pero no hay que olvidar que en octubre de 1980, en Daytona, Jim France, Jesse O’Brien y Dwayne Williams concibieron un formato de competición tan innovador que muchas de sus soluciones técnicas serían absorbidas por los propios fabricantes para sus modelos de calle. Nancy, la mujer de Jesse, inventó el nombre: la Batalla de las Bicilíndricas, o resumiendo, las BoTT (Battle of The Twins).

El primer campeonato Battle of the Twins GP1 (bicilíndricas prototipo) se celebró en 1981 a 8 carreras, siendo Daytona (a dos mangas) la más prestigiosa. El calendario se completaba con los circuitos de London, Talladega, Elkhart Lake, Pocono, Grattan, Riverside y Laguna Seca. El éxito de las BoTT fue tal que hubo hasta 165 pilotos a lo largo de esa temporada. Algunos sólo iban a lucirse a Daytona (participaban más de 60 corredores), la meca bicilíndrica mundial.

Inventiva, creatividad, búsqueda de soluciones, carta blanca, eclosión de ideas, ingenio... El prestigio de las máquinas que corrían en el BoTT de Daytona llegó a ser tal que llegó a eclipsar el nivel de las 200 Millas, la carrera estrella. Era como un mini-mundial de bicilíndricas, el mejor escaparate para dar rienda suelta a la imaginación.

A principios de los ’90, Ducati acabó con la igualdad mecánica de la categoría. Su saga 851-888 de inyección superó a los carburadores de la vieja escuela. Dale Quarterley (campeón '88), Jamie James (campeón '90), Pablo Real (campeón '91) o el bicampeón del mundo de SBK Doug Polen no dejaron títere con cabeza.

Dario Marchetti (Ducati 748RS), Irving Vincent o Gianfranco Guareschi (Moto Guzzi MGS01) han sido algunos de los últimos vencedores. (
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